Maiquetia-Sao Pablo

Las ultimas horas en Ccs fueron divertidas, apesar del mal dormir, del lloriquear por la no despedida con mi papá etc. Cuando monte las maletas en el taxi ( ja las montaron Santiago y el Sr Elias el taxista, porque estaban buuuurda de pesadas) me reí, me reí estúpidamente, en la autopista sacaba la mano diciendo chao, como una miss decía Santi que en un arrebato de sentido común dijo " Syl ya, mete la mano que nos pegan un tiro" con tooodas las monedas si leyeron el link que deje en el post anterior sabrán que paso, lo que no preví fue que el ultimo desayunito en Caracas nos saldría tan caro, dos paninis en Oh lala una café que compartimos y el juguito que compartimos 122 BsF ja, chao Caracas no nos desfalques mas, claro uno esta claro que en todos los aeropuertos del mundo la cosa es cara pero coño! Al salir a fumarnos un cigarro por la puesta de atrás, avistamos un puestico de empanadas populachero como para los taxistas y trabajadores del aeropuerto Fuck! nos pasamos de idiotas, de haberlo visto antes...

En fin, un rato ien prudencial antes de la hora nos acercamos a aduana, a que nos chequearan y toda la cosa, a Santiago lo para la chica que te sella el pasaporte y le pide no se que documento que no tenia pero recordaba el numero, la chica le dice "bueno te la paso, pero oye tu vuelo es a que hora? no, para que me hagas un favor" acto seguido salen dos chicas de esas que chequean y dicen "hay pero el es menor?" jaja y pues no lo es, entonces se le acercan le dan dinero y le dicen "Vamos contigo para decirte que queremos" cuando los veo salir, una con una botella de wisky la otra con un perfume, ja. (acelero la cosa) al rato embarcamos, nos estábamos quedando muy dormidos, nos abrochamos los cinturones, medio nos asomamos por la ventana, Santi vuelve a decir "así es que quería yo ver a La Guaira chiquiiita, desde arriba" apenas sale el anuncio de que puedes reclinar el asiento y desabrocharte el cinturón nos quedamos dormidos, muertos, de hecho en algún momento tuvimos hambre, nos dio el olor pero ninguno pudo estirar la mano por comida, todos los últimos días en Caracas fueron duros. Como bien sabrá mi mamá dormí toooodo el viaje, abrí los ojos con el "pling" del anuncio de abrochense el cinturón y ponga su asiento derecho.

Sao Pablo, Oh San Pablo (como sabran paramos alli aprovechando que el vuelo hace escala, que tenemos amigos alli y que no te cobran mas por posponerlo todo el tiempo que quieras), cuando abro los ojitos, me pongo derecha y miro por la ventana, era Tokio, una ciudad enorme, no veía montañas, no veía espacios vacíos en todo lo que podía ver, me sonreí y mire a Sant, Al desembarcar , no hubo mayor cola, ni problemas, salude a la chica que me sello el pasaporte y le di las gracias en portu y todo (obrigada) jaja hicimos al pie de la letra todo el itinerario que nuestra amiga Sylvia nos hizo perfectamente para llegar a su casa, un Bus en tal sentido y donde nos deja, un taxi, Cuando intentábamos darle al dirección al taxista con puntos de referencia, nos sentimos estúpidos por que el tipo nos hace con la mano un gesto de "ya va ya va" y cuando arranca escuchamos su GPS jajajaja "vire à direita" dice la vos grabada en el perolito donde metió la dirección y nosotros riéndonos para dentro. cuando se supone que habíamos llegado Sant y yo nos preguntabamos si era el lugar porque Sylvia nos dijo el único Edif. en la cuadra, de repente "você a arribado" o algo así que se yo, dijo la computadora. No lo objetamos por supuesto, Sant toca el timbre y lo que se escucha es un grito, mas bien varios gritos. "AAAH!" jajja Sylvia, Frederico y su amiga Juliana que es ya como caraqueña honoraria, aprendió español en un chin y además las expresiones famosas de joder.
"esto es lo que hay" y mas.